Detección de E.coli
La presencia de Escherichia coli (E. coli) se detecta a través de análisis microbiológicos, tanto en muestras clínicas (como heces o sangre) como en alimentos, agua o superficies. El tipo de prueba depende del contexto (si se busca en una persona enferma o en un alimento sospechoso).
En humanos (casos clínicos):
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Coprocultivo (cultivo de heces):
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Es la prueba más habitual.
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Se siembra una muestra de heces en medios especiales para detectar bacterias.
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Si se sospecha una cepa peligrosa (como E. coli O157:H7), se utilizan medios selectivos como el agar MacConkey con sorbitol, donde esta cepa no fermenta sorbitol (a diferencia de la mayoría de las otras).
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En alimentos, agua o superficies:
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Cultivo microbiológico:
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Similar al coprocultivo, se siembran las muestras en medios específicos para E. coli.
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Se cuentan las colonias para estimar la carga bacteriana.
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